Ha llegado el día en que te has planteado la posibilidad de contratar una Asistente Virtual, pero aún te asaltan dudas, ¿a qué sí?
Te gusta la idea pero no sabes de los efectos prácticos.
No te preocupes, yo te ayudo (soy AV). ?
En primer lugar, no te asustes, no hace falta que contrates a una AV 40 horas a la semana.
A lo mejor solo necesitas que te gestione la bandeja de correo electrónico; quizá con 1 ó 2 horas al día te basta.
Pues fantástico, eso es perfecto para una AV.
Además, te olvidas de los cargos que te supone una contratación fija:
-solo pagas por horas efectivas reales de trabajo
-no pagas Seguridad Social
-no pagas vacaciones
-no pagas bajas médicas
Es más, al ser trabajo remoto, no hace falta que tengas un espacio específico destinado a la AV, ni necesitas comprar ordenadores, programas informáticos ni material de oficina. ¿Ves que apañadas somos? ?
¿Necesitas ayuda solo en determinadas épocas?
Pues tampoco hay problema; la flexibilidad es una de las mayores virtudes de una AV.
Se adapta a tus ritmos y a los de tu negocio.
Incluso puedes aprovechar para cogerte unas más que merecidas vacaciones mientras ella atiende todos los aspectos de tu negocio por ti. ¿A qué suena bien? ?
Además, te garantiza la rapidez de respuesta a tus clientes, que son lo más importante.
Puede actuar de “centro de comunicación”.
No hará falta que te encargues tú solo de lidiar con clientes, proveedores, gestores, etc. Ella lo puede centralizar por ti y tú solo comunicarte con ella.
Le dará una imagen más profesional a tu negocio y se encargará de que tú solo te dediques a lo verdaderamente importante: disfrutar de tu negocio.
¿A qué esperas para mejorar tu vida? ?♀️
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