2019 ha sido un año de cambios, como no podía ser de otra manera.
Justo hace un año me despidieron del trabajo estando aún convaleciente de un accidente de coche.
Doce meses después, soy más que feliz con mi decisión de emprender, de tomar las riendas de mi futuro y estoy llena de fuerzas para encarar este nuevo año con más ilusión aún si cabe.
No tengo jefes, ni horarios y trabajo desde casa… o desde donde quiero.
No se puede pedir mucho más.
Además, gracias a mi nuevo trabajo, he conocido gente maravillosa que me contagian su conocimiento y su fuerza.
A veces, lo peor que te puede pasar es justo lo que necesitas.
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